Estados Unidos anunció que donará otras 500 millones de dosis de la vacuna Pfizer contra el Covid-19 a países de ingresos medios y bajos, en medio de renovadas críticas por el acopio de las naciones ricas ante estadísticas que muestran que si no se acelera la redistribución podría haber unas 241 millones de inoculantes que se desperdiciarán antes de fin de 2021.
«Mantengo la promesa que seremos el arsenal de vacunas como fuimos el arsenal de la democracia durante la Segunda Guerra Mundial», sostuvo Biden, en alusión al eslogan usado por el entonces mandatario Franklin D. Roosevelt para referirse al apoyo industrial para aportar suministros militares a los países que lucharon contra la Alemania nazi.
«Por cada dosis que administramos en este país hasta ahora, vamos a donar tres a nivel global», adelantó el demócrata, que subrayó que hasta el momento Estados Unidos regaló unos 160 millones de inoculantes a más de 100 países.
Biden encabezó una cumbre internacional para relanzar su imagen como líder del esfuerzo global contra la pandemia y su anuncio central fue la compra adicional de 500 millones de inmunizantes de Pfizer, por lo que el total donado por Washington ascenderá a 1.100 millones de acá a un año.
El jefe de Estado norteamericano también quiere establecer un «objetivo ambicioso» para que cada país, incluyendo los más pobres, «alcance el 70% de vacunados» en su población dentro de un año.
Pfizer y BioNtech precisaron en un comunicado conjunto que las vacunas, fabricadas en Estados Unidos, serán distribuidas a 92 países en vía de desarrollo identificados por el mecanismo internacional Covax, el instrumento creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mejorar el acceso a los fármacos.
El anuncio no acalló la exhortación que viene realizando la agencia sanitaria para que las naciones ricas donen a un ritmo más acelerado sus excedentes a los países más pobres, en vez de suministrar terceras dosis a sus propios ciudadanos, algo que contempla el gobierno de Biden.
Un informe publicado esta semana por Airfinity, una empresa de análisis de datos científicos sobre el suministro global de fármacos, expuso otra cara de esta desigualdad: al ritmo actual de acopio, los países del G7 podrían desperdiciar más de 241 millones de vacunas para fin de 2021 si no las donan.
Se trata de inmunizantes que Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y Japón no van a necesitar para sus campañas, incluso si administran una dosis de refuerzo, y que los países más pobres no pueden aceptar por estar a menos de dos meses de su fecha de vencimiento.
De esa cifra, hay 108 millones que directamente van a expirar sin ser utilizadas, de las cuales al menos 34 millones ya fueron desperdiciadas solamente en Estados Unidos, de acuerdo a fuentes oficiales.
En América Latina, solo una de cada cuatro personas está completamente vacunada contra el Covid-19, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un informe publicado este mes.
La pandemia del coronavirus dejó hasta ahora más de 4,7 millones de muertos en el mundo desde fines de diciembre de 2019, según cifras oficiales, pero la OMS estima que el balance de la pandemia puede ser dos o tres veces más alto.